miércoles, 5 de noviembre de 2008

momentos decisivos.

Mi vida tiene cosas curiosas... hoy es así, ayer fué también así, pero a veces, en un solo dia, en un solo rato, te pasan varias cosas que te cambian los esquemas. A veces para mal, a veces para bien.

Hoy ha sido uno de esos días:

Esta noche no he dormido, porque he estado leyendo hasta terminarlo el libro de José Saramago que me estaba leyendo (Ensayo sobre la ceguera). Ha estado muy interesante y morboso, había cosas que no eran muy creíbles, y un final un tanto forzado, pero ha estado bien.

Luego he creado este blog, que expliqué el porqué en la entrada anterior.

Más tarde, he tirado la casa por la ventana y he ido a tomarme un solo con hielo y dos azucarillos como solía hacer, he despedido a mi hermano que se va para alemania, me he tomado otro café, esta vez invitado y he conseguido contactar con el amigo abogado para que me ayude a solucionar y me asesore con los problemas que me mantenian en la vigilia nocturna. He quedado con él esta tarde.

He ido a un instituto que tenia mi libro de escolaridad y me han dicho que lo han perdido, que me pase mañana, y si no que me hacen uno nuevo.

De camino para la vuelta a casa, he recibido una llamada de un número mu ruaro y me han dicho que vaya a una entrevista de trabajo para dependiente en una tienda de videojuegos. De lo mío! Vaya! -pensé - Está yendo bien el día!

Esta tarde es la tarde T.

Además, si me da tiempo, quedaré con el cámara con experiencia que he podido encontrar para presentarle el guión y storyboard del corto que estoy haciendo con un amigo, para decirle como tienen que ser los planos y todo eso.
He terminado de aprender a editar y a hacer todo lo que debo saber para hacer un buen montaje en el ordenador, no como antes que utilizabamos dos videos conectados, jeje...
Este fin de semana se empezará a rodar "El Quinto".

Voy optimista...



eso sí: echando curriculums me pilló la lluvia y llevo dos días con un resfriado de esos que te oprimen el cerebro. Me alegro: queda confirmado que no soy un robot, aunque haya aprendido a cambiarme el chip.

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