-oiga, y el hielo?
Solo con hielo y dos azucarillos es lo que me pido siempre en un bar cuando es de día; de noche ya es otra historia y otra graduación.
Antes, el café me lo pedía acompañado de una gigantesca tostada de sobrasada con una rebanada de queso fundido encima, pero eso era antes que había más solvencia... de hecho, confieso que cada vez puedo permitirme menos el lujo de ir a la cafeteria, pero no me falta un dia café... aunque sea soluble del dia, peor que dormir con el culo de tu gato en la cara y darte cuenta cuando te despiertas.
Además sin hielo, porque donde vivo no hay hielo; hay tomates.
Esto no lo hago para que TÚ lo leas, no lo hago por nada en especial... quizá para tener un recuerdo de mis días, y si lo lees porque te parece curiosa la historia de mi vida, que más que historia es un poema sin rimas escrito en clave de humor, nada más que decirte que... Qué (Hola).
¿Porqué esto se llama "Solo con hielo y dos azucarillos"?
Pues además del motivo obvio de que es mi dronja de por las mañanas, mi maná y ambrosía, es porque dice algo de mí... los más satíricos podeis imaginarme como una persona solitaria, en una habitación helada y dos azucarillos por pelotas, no os lo prohibo. A todo el mundo le gustan los azucarillos.
Y en realidad no soy una persona solitaria; algunas veces soy como un café bombón, solo que no me mezclo del todo bien, aunque sepo rico.
Qué divertido es hablar de uno mismo utilizando comparativos y metáforas absurdas... lo malo es que solo entiendo yo las cosas que digo, creo que mi forma de pensar es como un kanji. Si.
Doy por finalizada esta pequeña presentación de este blog demostrandome a mí mismo otra vez que sé reirme de todo cuando quiero aunque no tenga ganas.
Sigo siendo yo, después de todo; el del espejo solo es un imitador.
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